viernes, 3 de octubre de 2008

Pensamientos conectados e inconexos

Como siempre que se extraña a alguien, ahora te encuentro en todos lados, y a todas horas, y vuelve la ola de sentimientos, la mezcla de cariño, crush quinceañero, enojo, tristeza, frustración, blablablá. Hoy compré un helado de dulce de leche y recordé como discutíamos acerca de qué era más chingón, México o Argentina, y tu defensa de Argentina alegando que por allá habían inventado dulce de leche, y como te enojabas cuando te decía que eso era vil cajeta de las monjas españolas. Vi al pirata culturoso y me vino el flashazo de tu voz diciendo que te aburría el tango que escuchaban tus abuelos. Vi un espectácular de U2 y me acordé de tu defensa de Bono y yo diciendo que eran bien de hueva. Me encantaba jugar a ser contreras contigo.

Ayer no podía dormir. Hoy me quedé dormida y no llegué a clases ( y eso me empieza a asustar, no quiero faltas, no quiero que me falten tareas, y sale mi poca ñoñez y me regaña), pero desperté de mejor humor. Fue un cambio asombroso. Me acosté sollozando y desperté fresca y tranquila. Sólo llegué al taller de cine y pude entregar algunas tareas. Tomé el metro de regreso a mi casa, y en la tardé actué por varios impulsos. Acabé consumiendo grandes cantidades de azucar ( que tengo prohibidiiiiiiiisima), mas de medio litro de cafe, caminando a lo estupido, comiendo pan, y rentando películas que no he visto.

Descubrí que el azúcar me hace sentir mejor cuando estoy triste. Descubrí que a falta de cigarros consumo azúcar. Recordé que tanto el azucar como la nicotina elevan mis niveles de glucosa. Me dio un chingo de asco y dolor de estómago.

("El cigarro es causa de cáncer"dicen las cajetillas y los doctores. Entonces, Andrés, ¿no sería como una patada en el culo, este empeñarme en adquirir cancer y morir despacito, siendo que tú no pediste llevarlo en la sangre y ser aniquilado en un momento? Porque ni siquiera se te dio la oportunidad de luchar contra él, pendejísimo y cobarde cáncer, y pareciera que yo con mi tabaquismo me empeño en seducir al tumor pulmonar. Lo curioso esque ese cigarro que con tanta culpa me fumo al día, es lo que me relaja y me despeja un poco, de esta vuelta a la obsesión y al miedo que está resultando la mala noticia. Fuck.)

Es curioso, cuando estoy acompañada quisiera que todos se fueran a la verga y me parece estúpido todo lo que escucho. Cuando estoy sola quiero compañía y llorar y que alguien me de un abrazo fuerte, como la última vez que recibí una noticia de este tipo.

Ahora no hay mamá que me cuide el consumo de azucar, no hay papá que me abrace fuerte cuando lloro la muerte de un amigo. Estoy yo. Están mis amigos, que no están, y me dan palmaditas y me ven con cara de"qué mamona" si no me río de sus chistes por ahora.

Porque nadie más en México está pensando tanto en una muerte bonaerense. Y esque, Andrés, como dice un poema, "(...)algo le falta al mundo, y tú te has puesto a empobrecerlo más."

Quiero verte y quiero gritar que quiero verte.Quiero. Te quiero. Y te extraño muchísimo.

3 comentarios:

Eric Uribares dijo...

ay virgen virgen¡¡¡ que capacidad de destilar melancolía tienen sus textos.

Janus dijo...

Me gustan las cosas tristes. Me gustó mucho tu post. Comparto tu extrañar aunque yo no se que es lo que extraño.

Anónimo dijo...

Algo le falta al mundo y lo empobrecen este tipo de apatías, este tipo de ganas de no hacer nada... ¿Qué ganas no haciendo nada?

Se murió y tú estás viva, lamentarte por eso?
No te imagines que no entendí nada de tu tristeza... el punto es que te sientes tan incomprendida y sola y todos los demás se azotan tan igual que al final resulta una generación de derrotistas con potencial.
La tristeza es inevitable y el ser feliz no, quizá por eso es más sencillo amargarse tanto. Te repito, ser feliz es una responsabilidad