domingo, 19 de octubre de 2008

"Llámome Fabiola y tengo un problema"

Eso es lo que pienso:
Cada vez que estoy de rodillas frente al retrete dando arcadas. Cada que siento mareo y los párpados muy pesados después de un touch. Cada que noto que llevo 5 horas sentada frente a la computadora y sin estar haciendo tarea. Cada que me doy cuenta de que los cigarros en la cajetilla se acabaron pormiculpa-pormiculpa-pormigránculpa. Cada que no me puedo negar al coqueteo con algún wey estando peda. Cada que me pongo peda para perder la pena y el decoro.
Cada que mis propósitos de no andar de facilita se van a la verga luego de varios vasos de vodka y un par de chelas...

Ayer, que estuve tirándole el calzón a un tipo con el que no hablaba desde hace años porque me rechazó de una manera muy pinche y culera ("esque me dijo que te dijera que no quiere contigo, sólo te lo hizo creer para hacerte sentir bien...ah y mañana le llega a Adrianita", me dijo la amiguita en común que le hizo de mensajera por casi dos meses que me trajo pendejeando. chale).

Y ahora, que después de años podemos saludarnos "como si nada" y recordando todo, y nos alcoholizamos juntos por primera vez, yo aviento mi orgullo y pseudodignidad al mismo retrete por el que se fue mi vómito, en espiral. Porque sólo bastó que me hablara amablemente y mostrara dosquetrés rastros de coqueteo, junto con el alcohol, para que mis palabras y pensamientos de "qué chingados hago aquí" valieran verga y le correspondiera zorreando y casi bailándole y besándolo. Bravo, Fabiola.

Ahora entiendo varios de esos refranes y frases domingueras como "donde hubo fuego cenizas quedan", "cae más rapido un hablador que un cojo" y cosas así. Creo que aplicará la de hacer-como-si-nada y fingir amnesia y evitar encontrármelo por al menos un mes o hasta que se me pase la pinche vergüenza- eso es forever-.

Me duele el orgullo gacho gacho gacho. Porque para la memoria de los ahi presentes el asunto quedó como "ella lo buscó" y putss, no, ni madres. Y lo más jodido es que me duele el orgullo y esta vez no necesité de su ayuda- la de él, no la de ustedes, supuestos lectores-, gracias, para pisotear mi dignidad y sentirme bien pendeja.

Auch.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué sincera!

No te mortifiques hombre, la humillación sólo existe cuando uno se siente humillado, que te dé igual si es tu debilidad cuando estás borracha, sobria haz como si nada. Sólo ten cuidado de moderarte para no hacer cosas de las que te arrepientas.

Aunque algo bonito del alcohol es que también es una excusa para hacer cosas que sobrio no harías por el temido "qué dirán".

Saludos.

Eric Uribares dijo...

tu post es una obra maestra de la autoflagelación digna, de esa que al menos yo, quisiera hacer, pero apenas meentra la culpa, me hago wey

salud (os)

Janus dijo...

Al parecer el mundo de los que sobreanalizamos todo es más grande de lo que pensaba. No culpes al alcohol, el sólo cumple su función. Mientras tengas tanto reprimido te seguirá sucediendo.

Anónimo dijo...

mmm. yo creo que hubiera hecho lo mismo. y me hubiera sentido igual. y llamome JDC y tambien tengo muchos problemas.

Mile dijo...

Mujer para que tanto pinche estres... total que igual te lo toparas y nada va a pasar... la cruda moral solo dura hasta que vuelves a ponerte peda... asi que... bla! Me gusto tu blog... Saludos